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Que manejar tu dinero no te cause problemas

30 de abril del 2020

Ahora que empiezas a vivir solo, puedes usar este tiempo como una etapa de entrenamiento que puede ayudarte a ser un adulto responsable, ya que estarás a cargo de tus gastos. Aquí te damos algunos consejos para que llegues a fin de mes sin gritar auxilio porque se te acabó tu mesada antes de tiempo.

Aquí te damos algunos consejos para que llegues a fin de mes sin gritar auxilio porque se te acabó tu mesada antes de tiempo.

Investiga

Con el mismo entusiasmo que averiguaste por tu carrera y tu universidad debes investigar acerca de tu nueva ciudad de residencia. Busca medios de comunicación y blogs especializados que te puedan ayudar a entender cómo funciona y cuáles son las claves para vivir allí

Suena nerd, pero es más básico de lo que piensas: crea un Excel

Esto ya es sofisticar la cuestión y hacer que tus papás se sientan orgullosos.  Es un consejo que no solo te va a caer bien en este momento, hacer cuadros de lo que gastas te podrá servir para toda tu vida. Es fácil, pones la categoría, por ejemplo: alimentación, arriendo, diversión, estudio, entre otras, lo puedes hacer semanal o preferiblemente mensual y vas anotando cuánto te gastas en cada una de esas categorías, así no solo sabrás administrar tu dinero, podrás tomar decisiones eficientes para que te quede plata libre y poder ahorrar.

No te quedes viviendo como turista

Bogotá tiene planes para todo tipo de gustos y de presupuestos. Puedes visitar su vida nocturna, subir Monserrate e ir a almorzar en Usaquén. Sin embargo, piensa que pasarás un buen tiempo en esta ciudad, que no vas a estar unas semanas de vacaciones y merma ese entusiasmo y afán por conocerlo todo en el primer mes. Esto te lo recomendamos por dos cosas, la primera, porque tendrás gastos que en tu cotidianidad no vas a tener y la segunda, son planes maravillosos que se pueden convertir en distractores para identificar cosas más urgentes, como los mercados y estaciones de transporte más cercanos a tu residencia. Sin duda, es más importante que primero conozcas la zona del centro de Bogotá, por donde vas a estar la mayor parte de tu tiempo, y vayas explorando las otras zonas a medida que pasan las semanas. 

Preferiblemente vive cerca a tu universidad 

Esta decisión no es solo sabia para tu economía sino para tu salud mental. Al igual que todas las ciudades grandes el transporte en Bogotá puede ser complicado, entonces no solo te ahorrarás dinero, te ahorrarás tiempo y eso, si lo piensas en lenguaje de adultos significa lo mismo. Además, no solo es importante vivir cerca de la universidad, es importante vivir en donde haya más estudiantes como tú, como es el caso de las residencias universitarias, seguro te contarán sobre los sitios que debes visitar, las comidas que no debes dejar de probar y te darán consejos muy prácticos sobre la zona.

Identifica los supermercados más cercanos a tu residencia

No solo funciona para que te quede cerca llevar el mercado, funciona para que compares los precios y los productos que más se ajusten a tus necesidades. Explora, a veces hay muchos mercados locales que te pueden sorprender, no solo porque tienen precios más asequibles, sino porque encontrarás productos en cantidades más reducidas a las que te venden en un almacén de cadena y podrás conocer, a través de la gente y los productos, más sobre el lugar en el que estás. 

Sí, intenta cocinar 

Sabemos que por tus tiempos y responsabilidades no podrás cocinar siempre, pero procura hacerlo tantas veces como te sea posible. Cocinar puede ser un tema difícil para muchos, pero no tiene que ser algo tedioso o aburrido, puedes invertir en recetas simples que se ajustan a la dieta de los estudiantes, pastas de todo tipo, ensaladas y sándwiches, por ejemplo. Esto no solo ayudará a tu economía, también será muy bueno para tu salud. 

 

Ten una reserva 

En tu cuenta o debajo de tu colchón debe haber un dinero del que eres tan consciente de su existencia como de la responsabilidad de no gastarlo tomando cervezas o comiendo en un restaurante caro. Ese dinero está ahí para todas las situaciones que no puedes medir ni controlar y que, al igual que en cualquier otro escenario o etapa de tu vida, se pueden presentar. Comprarte esa blusa o esa agenda divina no hacen parte de esos presupuestos.

Establece un límite

Aunque tengas la cuenta bendecida, es necesario que tengas, gracias a tus primeros meses de aprendizaje, un tope de lo que vas a gastar y lo que no. Es muy fácil salirte de manera desorbitada de lo proporcional en tus gastos sin darte cuenta. Entonces ponle límites con márgenes reales a los gastos que te puedes permitir. 

Y, por último: no lo neguemos, el ocio importa y cuesta

Agrega a tu Excel una casilla que se llame ocio, extras, varios, o como quieras llamarle a todo aquello que no contemplas como un gasto necesario pero que sí es un gasto cotidiano, el café con tus nuevos amigos, el helado al final de la tarde, la pizza de más. El secreto para tener éxito con tus cuentas y nuevas responsabilidades es la completa honestidad.